
Hola!! Hoy quiero contarte una historia
Una madre y un bebé camello charlaban bajo un árbol.
El camello bebé preguntó: “¿Madre, por qué los camellos tienen jorobas?”
La madre camello lo consideró y dijo: “Somos animales del desierto, así que tenemos las jorobas para almacenar agua y así poder sobrevivir con muy poca reserva”.
El camello bebé pensó por un momento y dijo: “De acuerdo… ¿por qué nuestras piernas son largas y nuestros pies redondeados?”
La mamá le respondió: “Son para caminar por el desierto”.
El bebé se detuvo. Después de un rato, el camello le preguntó: “¿Por qué nuestras pestañas son tan largas? A veces se interponen en mi camino”.
La mamá respondió: “Esas largas y gruesas pestañas protegen tus ojos de la arena del desierto cuando sopla el viento.
El bebé pensó y pensó. Y respondió: “Ya veo. Así que la joroba es para almacenar agua cuando estamos en el desierto, las piernas son para caminar por el desierto y estas pestañas me protegen los ojos del desierto. Entonces ¿qué hacemos en un zoológico?”
Esta bella y triste historia nos habla de forma alegórica de nuestro lugar en el mundo.
¿Has tenido alguna vez la sensación de estar en el lugar inadecuado?
¿Te preguntas una y otra vez qué puedes hacer para cambiarlo y no sabes cómo hacerlo?
Los camellos de la historia no tienen muchas opciones para luchar contra su destino pero TÚ sí.
En muchas ocasiones estamos bastante incómodos en nuestro particular ‘zoológico’ pero el simple hecho de pensar en que tenemos que hacer algo para cambiar esa situación se nos hace demasiado cuesta arriba y tiramos la toalla antes de comenzar. Así que nos instalamos en la inacción pero seguimos quejándonos. Y así podemos estar meses, años; incluso toda la vida.
Podemos desoír continuamente esa voz interior que nos recuerda constantemente que necesitamos un cambio pero nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra alma nos siguen enviando señales que pueden materializarse en forma de estrés o ansiedad; pueden aparecer incluso en forma trastornos fisiológicos o dolores físicos. Lo importante es saber interpretarlas.
Conocerlas, identificarlas, ponerles un nombre, reconocerlas y acoger con generosidad todo lo que nos traen esas señales utilizando nuestro pensamiento crítico es estar en la mitad del camino para tomar la acción que necesitamos y cambiarlo. Permitirnos todo lo que nos traen esas señales y hacernos cargo, asumiendo la parte de responsabilidad que tengo yo sobre esto o aquello que me está pasando me ayuda a orientarme al presente.
Cuando tomamos conciencia y lo hacemos con plena consciencia, estamos dejando atrás todos nuestros aprendizajes heredados, nuestras creencias, nuestros y prejuicios y le estamos abriendo la puerta a nuestra parte consciente. Y desde ese lugar, saber dónde estamos y donde queremos estar, nos reencuentra con nuestros valores y todo cobra mucho más sentido.
Así que si quieres cambiar algo de tu vida, no lo pienses más y hazlo. Solo la acción genera reacción. No importa el tiempo que tardes; lo realmente importante es dar el primer paso y tomar la decisión con plena consciencia.
Si este artículo te ha ayudado a abandonar el lugar en el que no quieres estar y has decidido salir de tu ‘zoológico’…¡Enhorabuena!
María José Acevedo
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